En el capítulo anterior desplegamos nuestra primera Pipeline, ahora vamos a explorar las partes más importantes de la pantalla de despliegue para que podamos analizar el proceso y solucionar posibles fallos durante su ejecución.

Si nos fijamos en la información a la derecha de la pantalla, encontraremos el resumen de los detalles más importantes relacionados con nuestra Pipeline, entre éstas las más relevantes de mencionar son:
Tiempo de ejecución: Que nos orienta sobre el tiempo necesario para que se ejecute todo el proceso que hemos definido.
Runner o agente ejecutor: Que se encarga de ejecutar el contenido de la Pipeline. Es decir, utilizando la imagen de docker que hemos definido, la implementa en un servidor remoto y luego toma los archivos de nuestro repositorio haciéndolos funcionar.
Identificador del Pipeline: Que nos permitirá localizarlo más fácilmente sin necesitamos recuperar cambios en nuestro código desplegado.
En este mismo espacio, encontraremos otros datos interesantes, como el último Commit, si existe algún proceso en espera, el tiempo transcurrido desde la ejecución o la rama con la que estamos interactuando actualmente.

En consola de Logs, tenemos toda la información detallada de la Pipeline. Está dividida en varias pestañas que podremos desplegar y así facilitar su comprensión.
En la primera parte de la consola, encontramos las líneas donde especifica que estamos utilizando Docker y la imagen Alpine, que añadimos previamente en nuestro archivo de configuración.

En cuanto el Runner prepara el entorno utilizando los contenedores de Docker, el siguiente paso es seleccionar el código alojado en nuestro repositorio para ejecutarlo dentro de éste.

Ya que todos los procesos se ejecutan dentro del repositorio, tenemos acceso al código, y por lo tanto, una vez completada esta fase, el siguiente paso será dicha ejecución según el contenido del archivo de configuración.
En la primera parte comprobamos que la primera línea imprime en pantalla el mensaje, a continuación ejecuta el comando de creación de la carpeta y por último, añade un archivo de texto dentro de ella.
Por último, nos confirma que todo ha funcionado perfectamente mostrándonos un mensaje al final.

Llegados a este punto, si no recuerdas el lugar dónde se ha definido esta ejecución, o te ha tocado continuar el trabajo a partir de un proyecto existente, daremos clic en el logo de GitLab ubicado en la parte superior de la consola y luego daremos clic en el botón proyectos del menú ubicado en la parte izquierda de la pantalla, por último, seleccionaremos el nombre de nuestro proyecto.

Dentro de la página del proyecto, en el menú de la izquierda buscaremos el botón Build, que desplegará todas las funcionalidades relacionadas con las Pipelines.

Para conocer todos los procesos que se han estado realizando dentro del proyecto, lo primero que debemos seleccionar es Pipelines, que nos desplegará todas las que se han ejecutado.

Las Pipelines se ejecutan automáticamente cada vez que añadimos un nuevo commit al repositorio. Desde esta pantalla comprobaremos rápidamente el estado de cada una de ellas.

Si queremos explorar el contenido de los logs relacionado con nuestra Pipeline, el primer paso será conocer el listado de Jobs; con este propósito daremos clic sobre el estado que vamos a consultar.

Esto nos llevará a la pantalla con todos los jobs que se están ejecutando o se han ejecutado dentro de nuestra Pipeline.

Una vez identificado el job que buscamos explorar, daremos clic sobre su nombre y se nos abrirá la consola de logs.
